El éxito de las vajillas de Haviland reside en la seducción que sólo la firma francesa de Limoges supo crear.
Bracquemond, Sandoz, Dufy, Kandisky o Dalí, fueron algunos de los más importantes artistas y creadores que quisieron colaborar con la marca. Dieron vida a una materia tan noble como la porcelana.
Después de un siglo y medio de aclamadas colecciones de vajillas, ya en los años 90 e instalada en una nueva fábrica más moderna, la manufactura francesa ha sabido mantener su saber hacer ancestral.
Las colecciones de porcelana de Limoges más bellas del mundo
A lo largo de la historia, algunas de las familias reales más importantes del mundo han sucumbido al encanto y belleza de la porcelana de Limoges de Haviland. Entre los personajes más ilustres destacan la esposa de napoleón III, la emperatriz Eugenia, los presidentes Jacques Chirac, Roosevelt y Lincoln o el príncipe Rainier de Mónaco, entre otros.
Del mismo modo, Haviland ha vestido las mesas de los palacios y hoteles más prestigiosos del mundo a lo largo de más de 175 años, como el Ritz París, Le Dorchester en Londres y Le Sangri-la París.
La fábrica de Haviland siempre ha sabido aunar la creación artesanal con las tendencias más modernas. Todas y cada una de las piezas de sus vajillas de porcelana de Limoges están realizadas a mano por artesanos altamente cualificados.
Haviland: esmaltado e incrustaciones únicas en porcelana de Limoges
Entre los procesos, destaca el esmaltado y sus bellas incrustaciones, un capricho excepcional. Para el primer caso, la porcelana se sumerge en un baño de esmaltado único en el mundo, compuesto de sílice, caolín y cal que se mezclan con agua. Este esmalte le da a la porcelana de Haviland su aspecto brillante y translucidez característico.
Respecto a las incrustraciones se trata de un laborioso proceso que lleva largas horas de trabajo y dedicación. De hecho, se necesitan hasta once pasos diferentes para obtener estas magníficas maravillas. Entre ellos, destacan la primera mano de oro pintado con pincel, la segunda capa de oro mate y el lijado del oro a mano, para acentuar el contraste entre el oro mate (parte grabada) y la parte brillante (parte no grabada de la decoración).
Entre estas maravillosas joyas de porcelana destacan Leaf of Gold (1912), Grand Apparat (1883) o la colección Bassora.
En definitiva, la innovación constante, la pasión y la tradición ha dado como resultado nuevas creaciones refinadas adaptadas a las necesidades y tiempos más contemporáneos. Bellas composiciones capaces de emocionar.
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